“Periodismo participativo, es el acto de un ciudadano o grupo de ciudadanos que juegan un papel activo en el proceso de colectar, reportar, analizar y diseminar información” así se define esta nueva practica en la introducción del documento Nosotros, el medio.
El poder que actualmente tienen los blogs, los chats, los foros y las páginas web creadas por la audiencia que años atrás no tenía voz ni voto, están dando paso a nuevas culturas de comunicación y reordenamiento de los mass media. En ellas se puede encontrar contenidos como: fotografías, videos y escritos que evidencia la transformación de los individuos en editores, periodistas y comentaristas de lo que a diario sucede.
Existen innumerables comunidades virtuales que fueron creadas entorno a la necesidad de participación; esté ésta representada en la necesidad de ganar status o construir reputación en una comunidad, en crear conexiones con otras personas que tienen intereses similares en línea y fuera de ella, para aprender a darle sentido y entendimiento a sus hobbies, para entretener y ser entretenido, para crear y las más importante para informar y ser informados.
A diferencia de los medios tradicionales que fueron creados por jerarquías comerciales o políticas, el periodismo participativo es creado por “comunidades en red que valoran la conversación, la colaboración y el igualitarismo por encima de la rentabilidad” [i] son ellas las que están permitiendo, mediante la organización social, el nacimiento del “nuevo ecosistema de medios”.
Pero, en un mundo donde todos participan, sea generando contenido o consumiéndolo, ¿Quién o quienes se encargan de establecer la reglas de participación? ¿Cómo definir que información es confiable? “Cuando hablamos sobre reglas, realmente estamos describiendo el control, el gobierno de cómo los participantes asumen roles, cómo les está permitido interactuar con otros (…)”[ii] En el periodismo participativo, las reglas son básicas; si no se es miembro registrado en alguna comunidad, no se puede participar de ella, y se puede tener “un moderador que disciplina o saca a los usuarios que se están comportando inapropiadamente”[iii]
En cuanto a la información y su veracidad, en las comunidades virtuales existen sistemas de reputación y métrica de confianza, que fueron desarrollados por el comercio electrónico; en eBay son los clientes quienes evalúan a los vendedores por medio de calificación numérica y comentarios.
En cuanto a las formas de participación, la confianza se construye por medio de los sistemas de reputación, de hipervínculos, igualitarismo, intimidad, pasión, velocidad de comunicación o mercado libre de medios.
En sí, el éxito de las comunidades en línea se debe a la idea de software social y participación y sociedad informada. Dale Peskin, propone tres tipos de sociedad informada; la primera es donde las personas son crédulas, ven, leen y escuchan casi todo, la segunda es que se cuenta con un mediador informado que dice qué es bueno, importante o significativo. La tercera, dice Peskin, es que las personas son muy inteligentes.
Teniendo en cuenta esta descripción, se puede asociar el primer y segundo tipo de sociedad con el modelo de público que tenían los mass media; aquella sociedad conforme con lo que veía, escuchaba o leía, que dejaba el conocimiento y la información en manos de unos pocos o de las elites de poder. Que no producía eco y se conformaba con lo que a sus manos llegaba.
Sin embargo, el tercer modelo puede relacionarse con la nueva sociedad participativa y creadora de medios y canales que facilitan el intercambio de conocimiento e información. Esa sociedad que utiliza la inteligencia para apropiarse de las tecnologías y tomar la voz en asuntos políticos o sociales. Esta es la nueva sociedad que está trasladando la opinión pública a un nuevo espacio, al espacio virtual.
El nivel de reputación y credibilidad que tengan los tres tipos de sociedad informada, dependen del contenido que ellas generen y de la participación que propicien a sus colaboradores, así como de las estrategias que usen para controlar la información y lo que en ellas se crea.
Por ende, para ser participante activo de alguna comunidad virtual, es necesario apropiarse de los medios, producir contenido que pueda llamar la atención a los demás, utilizar las herramientas y crear nuevas, y generar la conciencia de participación en el contexto que se esté.
[i] Nosotros, el medio. Introducción al periodismo participativo. Página 13.
[ii] Nosotros, el medio. Capítulo 4. Página 44.
[iii] Nosotros, el medio. Capítulo 4. Página 44
El poder que actualmente tienen los blogs, los chats, los foros y las páginas web creadas por la audiencia que años atrás no tenía voz ni voto, están dando paso a nuevas culturas de comunicación y reordenamiento de los mass media. En ellas se puede encontrar contenidos como: fotografías, videos y escritos que evidencia la transformación de los individuos en editores, periodistas y comentaristas de lo que a diario sucede.
Existen innumerables comunidades virtuales que fueron creadas entorno a la necesidad de participación; esté ésta representada en la necesidad de ganar status o construir reputación en una comunidad, en crear conexiones con otras personas que tienen intereses similares en línea y fuera de ella, para aprender a darle sentido y entendimiento a sus hobbies, para entretener y ser entretenido, para crear y las más importante para informar y ser informados.
A diferencia de los medios tradicionales que fueron creados por jerarquías comerciales o políticas, el periodismo participativo es creado por “comunidades en red que valoran la conversación, la colaboración y el igualitarismo por encima de la rentabilidad” [i] son ellas las que están permitiendo, mediante la organización social, el nacimiento del “nuevo ecosistema de medios”.
Pero, en un mundo donde todos participan, sea generando contenido o consumiéndolo, ¿Quién o quienes se encargan de establecer la reglas de participación? ¿Cómo definir que información es confiable? “Cuando hablamos sobre reglas, realmente estamos describiendo el control, el gobierno de cómo los participantes asumen roles, cómo les está permitido interactuar con otros (…)”[ii] En el periodismo participativo, las reglas son básicas; si no se es miembro registrado en alguna comunidad, no se puede participar de ella, y se puede tener “un moderador que disciplina o saca a los usuarios que se están comportando inapropiadamente”[iii]
En cuanto a la información y su veracidad, en las comunidades virtuales existen sistemas de reputación y métrica de confianza, que fueron desarrollados por el comercio electrónico; en eBay son los clientes quienes evalúan a los vendedores por medio de calificación numérica y comentarios.
En cuanto a las formas de participación, la confianza se construye por medio de los sistemas de reputación, de hipervínculos, igualitarismo, intimidad, pasión, velocidad de comunicación o mercado libre de medios.
En sí, el éxito de las comunidades en línea se debe a la idea de software social y participación y sociedad informada. Dale Peskin, propone tres tipos de sociedad informada; la primera es donde las personas son crédulas, ven, leen y escuchan casi todo, la segunda es que se cuenta con un mediador informado que dice qué es bueno, importante o significativo. La tercera, dice Peskin, es que las personas son muy inteligentes.
Teniendo en cuenta esta descripción, se puede asociar el primer y segundo tipo de sociedad con el modelo de público que tenían los mass media; aquella sociedad conforme con lo que veía, escuchaba o leía, que dejaba el conocimiento y la información en manos de unos pocos o de las elites de poder. Que no producía eco y se conformaba con lo que a sus manos llegaba.
Sin embargo, el tercer modelo puede relacionarse con la nueva sociedad participativa y creadora de medios y canales que facilitan el intercambio de conocimiento e información. Esa sociedad que utiliza la inteligencia para apropiarse de las tecnologías y tomar la voz en asuntos políticos o sociales. Esta es la nueva sociedad que está trasladando la opinión pública a un nuevo espacio, al espacio virtual.
El nivel de reputación y credibilidad que tengan los tres tipos de sociedad informada, dependen del contenido que ellas generen y de la participación que propicien a sus colaboradores, así como de las estrategias que usen para controlar la información y lo que en ellas se crea.
Por ende, para ser participante activo de alguna comunidad virtual, es necesario apropiarse de los medios, producir contenido que pueda llamar la atención a los demás, utilizar las herramientas y crear nuevas, y generar la conciencia de participación en el contexto que se esté.
[i] Nosotros, el medio. Introducción al periodismo participativo. Página 13.
[ii] Nosotros, el medio. Capítulo 4. Página 44.
[iii] Nosotros, el medio. Capítulo 4. Página 44
